MINORÍA DENTRO DE LA MINORÍA

Si alguna vez has pensado que los derechos son inamovibles… a la vista está que
no hay que dar nada por sentado. En los últimos días el senado de EEUU decidió
abolir la ley del derecho al aborto, y ahora muchos de los estados federales han
decidido hacer uso de ello y denegar ese derecho por completo. Por otro lado, en
otros países se siguen manteniendo leyes que reducen y limitan la libertad de las
mujeres, o lo que es peor, lugares donde estas normas se implementan a la fuerza
y a golpe de dictadura, derribando lo ya conseguido. Mirando al colectivo
LGTBIQ+, la misma pauta se aplica. Hay que seguir en una constante lucha para
conseguir y mantener normas que protejan a estas personas y les brinde un
derecho básico: la libertad.

Considero, no obstante, que hay un tema en particular en relación a estas
minorías que exige una gran atención: las minorías dentro de las minorías. Es
decir, los grupos más vulnerables dentro de colectivos que ya ven sus derechos
revocados u oprimidos. Y, al usar la palabra minoría, no quiero decir en absoluto
que estas personas sean menores en número en la sociedad, sino que son
minimizadas al no formar parte de una hegemonía ya aceptada que las limita.
Para empezar, haciendo de nuevo referencia a las leyes contra el aborto, hay que
tener en cuenta que estas suponen un mayor riesgo a mujeres con menos recursos
socioeconómicos. Por ejemplo, una mujer independiente económicamente va a
poder permitirse ir a otro lugar donde sea legal abortar, o va a poder encontrar los
medios necesarios para poder llevarlo a cabo con seguridad. Sin embargo,
mujeres pertenecientes a clases obreras y sin acceso a una atención privatizada
van a sufrir mucho más las consecuencias y los daños de estas leyes. Y ya no es
solo en cuestiones económicas, sino también en temas de no poder escapar de
una relación abusiva o ser parte de etnias o grupos de cualquier índole donde aún
es más difícil poder llegar a abortar.

Algo similar pasa también en el colectivo LGTBIQ+, ya que el patriarcado
también sigue causando estragos ahí. Se habla de “gay friendly” y se tiende a dar
más visibilidad a hombres homosexuales. Pero, ¿qué pasa con las otras categorías
del colectivo? A las mujeres poliamorosas se las llama viciosas, a las mujeres
trans se les cuestiona su integridad como mujeres, y a las asexuales les dicen que
todavía no han encontrado un hombre que las haga cambiar de opinión. Y en el
fondo de todo esto, aplastados, están de nuevo los grupos más vulnerables del
colectivo: mujeres negras, mujeres sin recursos, mujeres en situaciones sociales
y/o familiares excluyentes, etc.

Es por ello que quería dedicar este espacio para darles visibilidad, para decir que
me importan, y que a los gobiernos también deberían importarles. Y algo que
sobre todo la política debería hacer es NO tener el derecho de poder decidir sobre
el cuerpo de una persona. Aún queda bastante recorrido en la lucha por una
sociedad libre de odio y poder jerárquico, por eso hay que continuar alzando
nuestra voz y nunca dar nada por sentado.

Post Author: Isabel María Osuna Montilla

Bachelor in English Studies. Master in English Studies, Multilingual and Intercultural Communication. Currently pursuing a Master in English Literature and Cultures at the University of Tübingen, Germany. Interested in theatre as both, actress and observer, and in feminist literature.

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